11/28/2005

Donde habita la muerte


Donde las penas bailan estremecidas unas con otras

Los chacales me olvidan.

Disuelto en penumbras no hay fin ni miedo.

Oh hermano de industrias ¿es acaso benigna la eternidad?

Eres tú su tiempo estático y emblemático.

Eres tú quién me persigue inhumano y maldito.

Estar muerto es cansancio desvestido.

Replicando las andanzas, permaneciendo hundido

Sobre los pastos de aquel pueblo, mis fantasmas

Transitan detrás de la civilización, sin quejas, sin consciencia.

Estar muerto no deja rastro ni caricias ni gotas marinas;

Ni silencio ni olvido.


Robertha Mayer
creado a las 12:45 p.m.  | |

11/25/2005

BRINDIS CON ALBARICOQUE



Ahora sé que sabe exactamente así.

He hablado muchas veces de Goran Petrovic, le he dedicado un par de humildes palabras para poder describir la maravillosa experiencia que ha sido leerlo.

Ayer por fin brindamos con albaricoque, por fin hubo movimientos de pestañas y nos elevamos hasta la constelación infinita. Sí, mis queridos lectores, ayer fue a la presentación del libro La mano de la buena fortuna, de Petrovic en el Museo Nacional de Antropología e Historia.

Llegamos René y yo a las siete de la noche al museo, la calma imperaba en sus alrededores, en la puerta del museo postrados cual buitres los policías no daban ninguna información de la presentación del libro, lo único que decían era que no se les había informado de ninguna presentación y que no nos dejaban pasar. René dibujo en su rostro una imagen de desolación, era el gran momento, tener la oportunidad de poder conocer a Petrovic y un par de polis rompían nuestra ilusión. Con una paciencia irreconocible traté de enterarme qué onda con la presentación y todo el guateque. Al paso de los minutos la gente se hizo presente y resultó que era un hecho que Petrovic presentaría su libro esa noche y en ese lugar.

Entramos al museo, una sensación extraña, pero especial se apoderó de mí. Me sentí como cuando vas a un concierto de tu artista favorito y por fin ha llegado el día. Ahora he cambiado el rock por los escritores y me siento muy complacida por ello.

En la sala donde se llevó acabo la presentación nos esperaba Jorge y su amigo Rubén, nos colocamos en un muy buen lugar, los minutos pasaban y la sala seguía casi vacía; más, más minutos y nada. En el inter llegó mi amigo BEF y posteriormente Alberto Chimal, platicamos un rato y Petrovic no llegaba.
René decidió salir de la sala y no tardo ni dos minutos cuando lo vi entrar con una carita pueril y completamente azucarada y me dijo –“Allá afuera está Petrovic”- Mi corazón dio brinquitos por todo mi cuerpo y me dirigí afuera. Ahí estaba, sentado en una banquita firmando libros, mucha gente lo rodeaba, entre ellos una gran comunidad serbia que hablaban una lengua ajena y extraña, pero que en ese momento se hizo cómplice en el contexto.


René consiguió que Petrovic nos firmara el libro, fue una experiencia muy particular, la traductora nos auxilió con la dedicatoria del libro, ya que Petrovic la escribió en cirílico. A mi por supuesto me firmó el Atlas descrito por el cielo, la dedicatoria decía algo así como: “Para Avril, estas letras con imágenes lentas de otro mundo” Estoy que no quepo en mí, me firmó mi querido Atlas…

Posteriormente comenzó la presentación del libro, en la mesa estaban, Alberto Ruy Sánchez y Dubravka Suznjevic (su traductora al español), además del director de la editorial Sexto Piso y un colaborador de la misma, lamentablemente Álvaro Enrigue no pudo asistir. Alberto se dedicó a contar la novela de Goran y a hacer contracampaña en el mundo editorial, sin pena ni gloria. En definitiva lo más interesante fue escuchar a Goran, claro, con ayuda de Dubravka. Petrovic les juro daba miedo, un hombre altísimo, fuertísimo, con una expresión maldita, pero dentro de esa imagen sólo puede existir un gran genio. De las cosas que nos platicó hubo una que se me quedó muy grabada, fue como leerlo, como abrir el Atlas descrito por el cielo o La Mano de la Buena Fortuna y tomar un párrafo de esos textos, dijo ‘que todo mundo hablaba de los libros, pero que nadie se fijaba en un pequeño detalle que estaba en su libro que tenía bien colocado en reposo en la mesa, el separados del libro, ese que te permite saber donde vas en la lectura o hasta donde haz llegado en la lectura, y que él creía que los libros, los buenos libros son un separador en la civilización, nos permite ver hasta donde ha llegado la civilización.’ Creo que son de las cosas más inteligentes y hermosas que he escuchado en mi vida. Se juntaron los columpios, el dedo índice señalando la última estrella, los diamantes de durazno, los pañuelos delicados en un estación, el brindis con albaricoque.


La velada literaria, como el mismo Goran la denominó, terminó con un pequeño cóctel y un sabor de boca “como un beso simple como el pan dulce espolvoreado de azúcar.”
* * *


Ayer, fuera de toda la serie de problemas que he tenido últimamente me sentí feliz, con una sensación que René describe a sentirse igual como cuando tienes un juguete nuevo.


Lirva
creado a las 12:16 p.m.  | |

11/22/2005

NOVELA

Esto es un capítulo de mi novela, la cual tenía como objetivo terminar a finales de este mes, pero por problemas de índole caótico he suspendido toalmente la escritura de ésta. Todavía tiene muchos errores y cosas que necesito trabajar, pero quiero compartir con todos ustedes parte de este bebé que me entusiasma mucho y se convierte en uno de mis proyectos más ambiciosos.

* * *
CAPÍTULO VI


UN MIEMBRO DE LA MANADA SE PERDIÓ

Al bajarme el cierre de la falda, los ojos de Ángel se nublaron un poco, el aliento de mis labios empañó sus anteojos. Prosiguió enseñarle las tetas y más adelante poder besarlo sin sentir un asco inhumano que me causaba ese diente chueco que se asomaba entre sus labios. El decidió sacarse el pene sin ninguna contemplación. El coche seguía en marcha, entre una serie de confesiones, de forma repentina optó por detener el coche en una calle sucia y solitaria, el faro de la esquina hacía de Luna, los perros imitaban a los lobos, el gato servía de protector, a lo lejos se escuchaba la tonadita de una cumbia bien conocida, nada más romántico que aquella noche. Gimió y trató de llevar mi boca a su verga, con sensual rechazo la rocé con mis dedos. –Ven, súbete- Sin reparos me monté y traté de inquietarlo, se libró de la camisa y mi brasier; susurraba las misma inmundas palabras de un caliente empedernido, las mismas frases memorizadas, repetía una y mil veces que era la mujer de su vida, la pinche mujer a la que quería. Sin perder mi lado sensual y de femme fatal reía y acertaba a cada movimiento y palabra.
-Quiero metértela, muero por estar en ti-
-Sin prisas, tenemos tiempo- dije.
-No seas pendeja, tenemos que regresar al bar- dijo.
-Nos esperan- dije.
- Podemos no ir- dijo.
- No ir significa irnos al pinche infierno- dije.
Entre cada movimiento involuntario de mis caderas, las luces se iban extinguiendo. Su dedo era lo más sucio y burdo que me había tocado. Dolía como la primera vez, dolía sin sangrar. No entendía por qué tenía que ser yo, había tanta vieja necesitada en el camino. Comenzaba a creer que era hermosa, que todos los hombres podían llegar a sentir ese deseo infinito de tenerme. Tenía que creer eso o darme golpes de pecho y hacerme la frígida, la tonta-piernas cerradas.
Era tan absurdo su aliento, tan disperso, tan distinto que no pude mirarlo a los ojos. Me sentía tan seca, tan dispersa. Cerré los ojos para imaginar que no era él, cerré el conducto detonador de placer, sin embargo, comencé a chupársela, con la boca bien húmeda, con mi corazón engañándome, con la soga apretada, gimió y respondió a tal afecto mío con una frase que no puedo olvidar- No hagas eso que sino te voy a querer, Perra- , en ese momento pensé en arrancarle la verga, pensé el asesinarlo, nisiquiera me gusta mamársela a los weyes y todavía que era complaciente con este idiota, me despreciaba, que desperdicio.
Apretó fuerte mis labios contra los suyos mientras trataba de dedearme.
-¿Por qué tú? ¿Por qué tú? Me fascinaste desde que vi esa carita de cisne. Esto no tiene que ser así, pero te deseo tanto, te quiero, te quiero.
No pensé que fuera tan estúpido como para destapar la clave para destruirlo, no fue listo, no lo fue. Hubiese sido mejor que me violara, que me tomara y le diera rienda suelta a su gusto animal, en cambio, trató de enamorarme, si tan sólo pudiera enamorarme no estaría revolcándome con cuanto imbécil que habla del cielo y las estrellas. Dije que teníamos que regresar al bar, que Miguel me esperaba ahí, que se iba a preocupar que su novia tardara tanto.
Él me aventó al asiento trasero y dijo – Si ese cabrón no fuera mi mejor amigo, te la estaría metiendo ahora mismo.


* * *
Si las novelas pudieran tener un soundtrack como las películas, Lucybell forzosamente estaría incluido.






Robertha Mayer
creado a las 3:06 p.m.  | |

11/19/2005

Harry, el torneo, los dragones, contra "tú ya sabes quien" y la lucha de preservar su famosa imagen



Ayer, el tan esperado estreno de Harry Potter y el cáliz de fuego, la cuarta película de una serie de siete que habrá, llegó a México.

Llevaba meses con la impaciencia del estreno, que pasará, qué hará Harry ahora- me preguntaba; y ayer por fin llegó. René y yo fuimos saliendo de la facultad a comprar los boletos, fuimos a dos cines y las funciones que quedaban con boletos disponibles eran tardísimas, pero no importó, como ya dije, llevaba meses esperando esa peli. La sala del cine completamente abarrotada, la impaciencia, el maldito sonido cinemex que me ha salvado varias veces que soy impuntual, los cortos de los próximos estrenos; fuera luces, silencio en la sala y… Resultó ser una serie de movimientos estrepitosos y muy estrambóticos. Sin duda la producción de la película es por mucho suntuosa, los efectos sorprendentes, los actores más creciditos, Harry se está poniendo cada vez mejor, je; también hace más magia, es más astuto y fuerte, todo un apuesto mago adolescente, chicas. Sin duda cada director pone su sello y conforme pasan las películas tratan de hacerlas más impresionantes. Sin embargo, considero que quedan muchas cosas sin explicar, considero que no se esmeraron en una caracterización de Lord Voldemor más tenebrosa, más malvada, pues. Como me comentó René, quien ha leído ya todos los libros de Harry Potter, que muchas cosas quedaron sin explicar en la película y que al final le hace falta un breve matiz que resulta ser muy importante. Ahora Harry se ve más maduro, más fuerte, con una lucha no sólo con grandes hechizos y un temible dragón, sino una lucha por su imagen, por seguir siendo el famoso y respetado Harry Potter, lucha que aparentemente queda bien librada en la película, pero que estará apunto de estallar en un enorme caos, pues esta película anuncia que las cosas no estarán tan fáciles para Harry posteriormente. No puedo negar que me gustó, tampoco puedo afirmar que me fascino, sin duda sigue siendo Harry Potter y el prisionero de Azkaban mi película favorita; debería aceptar Alfonso Cuarón hacer la última película, ya que, auguraría un rotundo éxito y deleite de los espectadores y los fans. Para todos aquellos que vayan a verla o quieran verla, les voy a pasar un pequeño tip, vean la segunda película, Harry Potter y la Cámara Secreta eso les esclarecerá muchas cosas de esta cuarta película.

* * *
Esta es mi impresión de la película a estas horas de la madrugada, quizá con el descanso y un buen chocolate caliente pueda redactar algo mejor y no estar tan solemne, precipitada y un tanto críptica. Feliz fin de semana, mis queridos lectores.


LIRVA
creado a las 3:02 a.m.  | |

11/16/2005

EN EL PARQUE

Parque / sección limitada.

Sentada en el kiosco que se ventila debajo de dos palmeras pintorescas observaba cómo se mecían los columpios. Nunca logré completar el pasamanos, detrás de los arbustos se bambolean tres niñas con figura de hadas blanquitas y delicadas. El elefante psicodélico me seduce e invita a pasear y vencer todas sus andanzas en el desierto celestial de las sombras infantiles del parque. Miró los escombros de mis alucinaciones y me despojo de los raspones y moretones posados en mis rodillas. Me marea el vaivén del columpio y me sumerjo en el terror y malestar de sus movimientos, no concibo lo divertido del ir y venir; no evito cerrar lo ojos. Conozco todas las canciones de las rondas; mi helado es suntuoso, me diluyo en el sabor de pistache y chocolate, y con egoísmo lo disfruto detrás de los muros del kiosco. Cuento los patos y gaviotas que las nubes vespertinas dibujan coquetas en el techo del parque, trato de colorearlas, trato de ser artista y combino magenta, azul y carmín.

A mi izquierda gritan ¡Gol! Los malditos y primates amigos de Gustavo. La victoria los hace hombres, se mueven, corren y gritan despreocupados del calor. Alicia y Lucia se esconden de Esther, su refugio es un oso gigante de cemento, su barriga las traga y ellas acaricia su interior sintiéndose cómplices una de otra, el osito las mastica, las cobija; se las come.
Run run run, grita Andrés y se desploma en mí un aire homicida y violento. Run run run repite él. Y su tren recorre la banquita amarilla que me acoge. Run run run y Andrés me desquicia y se apodera de mi una intensa y estrambótica sensación de gritar- ¡Auxilio, auxilio, mamá! Pero mamá está lejos, más lejos que nunca.

De pronto todo se vuelca, se esfuma, se va. Ni los gritos ni el gol; Esther no busca por el perímetro del parque. Mamá no vuelve, el pistache se fusiona con el chocolate y el helado se derrite. El kiosco se desdibuja, los columpios se sostienen en el aire, las miradas son extrañas.
Con un golpe cardiaco me despierto. El cuarto es blanco, la ventana lateral deja entrar la luna, mi cama flota y la mangosta ha muerto. El maldito baúl está abierto otra vez, ese sueño fue el último recuerdo que el huracán se llevó.



Robertha Mayer
creado a las 2:12 a.m.  | |

11/14/2005

Una tarde, un paisaje, un beso



ceci si c'est un baiser



Lirva
creado a las 12:34 p.m.  | |

11/10/2005

CINCO RECOMENDACIONES DEL MES

Existen muchos libros que deseo recomendar con mucho entusiasmo.


1. Si una noche de invierno un viajero, de Italo Calvino.

2. Estas ruinas que ves, de Jorge Ibargüengoitia.

3. El pabellón de oro, de Yukio Mishima.

4. El Palacio de la Luna, de Paul Auster.

5. La isla a mediodía y otros relatos, de Julio Cortázar.


Si pueden explorar esos libros será de mucho placer para todos ustedes. Acomodarse en un sofá, en una silla, en la cama, de cabeza y leer muchos inicios de novelas en una sola la recomendación 1 es la opción. Una historia en un pueblo llena de ironía, humor y cachondería, la recomendación 2 queda que ni pintada. Lo oriental y bello queda en la 3. La historia de un hombre sumergido en la soledad y sucesos extraordinarios con matices de ordinarios se posan en la recomendación 4. Y bueno, si su intención es divertirse, quebrarse la cabeza, quedar atrapados en un embotellamiento, mandar correo a París, que los despojen de su casa, etc., la 5 es infalible.

LIRVA
creado a las 12:50 p.m.  | |

11/07/2005

Mira bien el fondo del vaso

Si en el fondo del vaso se encuentran dos serpientes, ¿se metieron a nadar? o ¿alguien las dejó ahí por equivocación? Tómate un whisky despavilado una noche en la que los viajes se vuelven más estrepitosos y delirantes. Abajo del puente los reptiles cantarán la misma canción.





Robertha Mayer
creado a las 11:20 a.m.  | |

Érase una vez una ciudad...

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Robertha Mayer
Mi vieja ciudad

Soy hipocondriaca, soberbia, adicta a los lacteos, gemela de mi otra hermana, mi tipo de sangre lo desconozco, el teléfono me lo ahorraré, mal-vivo en una ciudad desolada, soy disque universitaria, no me defino como poeta maldita, sólo escribo frases cortas.


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