9/12/2006

EN EL MAR LA VIDA ES MÁS SABROSA

He regresado de las tierras veracruzanas. El viaje fue verdaderamente placentero y divertido. Igual y no quieren que les haga la crónica del viaje, pero ¿saben qué? No me importa (inserte sonido de órgano aquÍ... y un muahahahaha).

Viernes 8 de septiembre de 2006, por ahí de las 3:00 p.m., el Nobo me llama y me dice que salga para la terminal de autobuses (la Tapo). Que mejor nos vemos en el metro, estación San Lázaro y de ahí nos vamos a la terminal para comprar los boletos a Veracruz.

El mismo viernes, 5:30 p.m. Salimos el Nobo y yo rumbo a Veracruz. René nos esperaba allá.

El mismo viernes. En el camión pasaron tres pelis, yo no vi ninguna, me dormí, platiqué con el Nobo, me desesperé, etc.

El mismo viernes. Después de seis horas de viaje llegamos a Veracruz a las 11:30 p.m., le hablamos a René y nos vimos para cenar en el centro de Veracruz. La cena estuvo muy rica y yo inmensamente emocionada de ver a René y de estar en Veracruz.

Sábado 9 de septiembre de 2006, 2:00 a.m. El Nobo y yo nos fuimos al hotel localizado en el centro (nos hospedamos él y yo en el mismo hotel; Amparo, ese es el nombre del hotel). Nos dijimos buenas noches y nos fuimos a dormir.

El mismo sábado, 8:00 a.m. El Nobo y yo nos despertamos y fuimos a desayunar con René al café La Parroquia. Antes de eso caminamos tantito Jorge y yo por el malecón y vimos como un barco partía, (eso estuvo bien chido). Ya en el desayuno me dijeron que una de las tradiciones en ese café es pegar en el vaso con la cuchara para que te sirvan café o leche, entonces era todo un concierto en el café. Yo, obviamente me emocioné como loca y procedí a hacer lo propio, (Lirva con carita de profunda felicidad pegándole a sui vaso con una cuchara).

El mismo sábado. Fuimos al hotel donde estaba hospedado René. Se bañó y se puso bien guapo para la ceremonia de premiación. 12:20 p.m. Comienza la ceremonia de premiación, ya saben las palabras de los organizadores, le hicieron una breve entrevista a René, muchas felicitaciones, anunciaron a los ganadores en las categorías de poesía y relato. Posteriormente entregaron los premios y yo miré a René, con su cara de serenidad que a veces me llena de paz y otras veces me causa curiosidad, como recibió su premio y no soportaba tanta felicidad, tanto orgullo, tanta alegría. La neta estuvo muy chingón.

Luego le pidieron que leyera su cuento y lo leyó (se veía muy guapo).

Más adelante, los organizadores del evento invitaron a René (a todos los ganadores) a comer a un restaurante argentino. Yo por supuesto asistí a dicha comida, todo muy rico y abundante.

El mismo sábado, 4:00 p.m. Libres de cualquier compromiso formal, le hablamos al Nobo y fuimos por él. Yo insistí en que quería ir al mar y René y el Nobo tuvieron que comprarse un traje de baño (jijijijiji), yo obvio ya iba preparada para ese evento de ir a la playita. Legamos a la playa como a las seis de la tarde, el sol ya no quemaba tanto ni hacía tanto calor. René y yo nos metimos al mar, él me cuidó, pues yo no sé nada. Luego se metió con nosotros del Nobo y la estuvo bien chido. Jorge se comió unos camaroncitos, se tomó una chela, René y yo nos tomamos una agüita de coco y disfrutamos del paisaje. Fue una tarde verdaderamente hermosa. En la noche fuimos a cenar con la familia de René y luego nos dispusimos a buscar un bar o algo para emborracharnos. Llegamos a un bar bien extraño, yo elegí el lugar y la verdad luego me arrepentí. Lo bueno fue que al final como que la cosa mejoró y se puso prendido el ambiente, pero optamos por irnos. Llegué al hotel y no podía dormir y me dio hambre. Salí a comprar algo a la tienda y un tipo me ofreció que si no quería ir a bailar con él, le dije que no, que mejor para la otra. Asusté al Nobo porque me salí sin avisar y no sabía donde andaba. Una disculpa de todo el corazón, Nobito.

Domingo 10 de septiembre. Desayunamos con René, nos despedimos, nos dijimos que nos veíamos en el D.F., besos y abrazos. Jorge y yo fuimos al mercado a las chácharas y me compre un abanico precioso y unos aretes de caracolitos, muy lindos. Tomamos el camión de las 3:15 p.m. y nos dirigimos a nuestras casitas. Gran parte del viaje no la pasamos dormidos, así que no se nos hizo tan cansado el trayecto.

Llegamos al D.F. a las 8:00 p.m. y fuimos a cenar con René. Después llegué a casa y dormí.

El viaje fue fantástico, el calor no fue nada piadoso, me puse bloqueador solar, así que ni parece que fui a la playa. Siento que este viaje nos unió más a todos. La comida y el paisaje fueron, por mucho, excelentes. Me divertí, me cansé muchísimo y la mera verdad estuvo poca madre todo.

¿Cómo ven?

Besos****

Lirva
creado a las 12:54 a.m.  | |

<< Principal

Érase una vez una ciudad...

[ info ]

Robertha Mayer
Mi vieja ciudad

Soy hipocondriaca, soberbia, adicta a los lacteos, gemela de mi otra hermana, mi tipo de sangre lo desconozco, el teléfono me lo ahorraré, mal-vivo en una ciudad desolada, soy disque universitaria, no me defino como poeta maldita, sólo escribo frases cortas.


[ dejame un mensaje ]



[ En la ciudad se está leyendo... ]

[ archivos ]

[ Los chicos y chicas del barrio ]

[ Calles y callejones donde puedes transitar ]


[ contadores y otros bichos ]

eXTReMe Tracker

Licencia de Creative Commons
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.



[ layout por ]

Templates By Marina

Sin ti las emociones de hoy son la mugre de ayer - Hipólito

Ceci n'est pas une bise

¿Quién quiere vivir ahí?

Tómense un whisky con mi flaco

Remedios para una mujer

Postal del viaje perfecto

El Café de Nadie