7/30/2005

ATLAS




CÓMO ES ESE BESO SIMPLE COMO EL PAN DULCE ESPOLVOREADO DE AZÚCAR

Es exactamente así.

(Goran Petrovic)


Dentro de las diversas lecturas que he realizado en mi vida, pocas han llegado tan profundas al corazón; no se trata de ser sensible(en extremo) y muchos podrán decir la clase de lectora que soy, quizá el lector que tanto estuvo buscando Borges o cualquier cosa (no quiero mostrarme pretenciosa ni pedante).

Gracias a René llegó a mis manos un gran universo de amuletos, mapas, canciones que sólo el silencio puede interpretar, vuelos pestañales, libros milenarios donde uno encuentra entradas que dibujan burbujas dentro de un espejo. Los diamantes de duraznos que me tocaron leer esta vez me transportaron como en un viaje en un enorme papalote con los asientos de una pizca de ilusión, nostalgia, la falta de respiración que siente uno cuando termina de llorar, el movimiento del dedo índice cuando señala la estrella más lejana de la constelación y una bebida de las lágrimas de una mujer después de un pañuelo en la estación de trenes. Guardar las idas y vueltas del columpio, el vértigo de la resbaladilla, las caricias de una sonrisa, los nervios de la noche y las despedidas debajo de un sofá rojo en el cual durmieron toda una vida.

Me refiero a Atlas descrito por el cielo, de Goran Petrovic; en verdad una lectura muy recomendada, apta para todos aquellos que requieran esparcir la suavidad del otoño, las gotas del Alba, las risas después de un chiste ingenioso. Para todos aquellos que quieran conservar las miradas del amor, los sueños que se enfrían en invierno y que en verano cantan las mismas notas de la voz más hermosa del mundo. Los silencios que se escuchan por toda la casa; el albaricoque que se diluye en los labios de los amigos que no han nacido, el vivir en una casa sin techo.

Absténganse todos aquellos que se peinan demasiado.


Fragmento.

En situaciones particulares (cuando se está bajo la lluvia, se bucea, se escucha música, se hace el amor o se sufre un dolor), uno comúnmente está consciente sólo de su propia piel. Por supuesto, está se conoce desde los tiempos remotos y puede ser delgada (como una mañana transparente), de un grosor mediano (parecida a un crepúsculo sosegado) o gruesa (como una noche nublada). De ello depende también el grado de la sensibilidad humana. Mientras que a unos los aplasta hasta un copo de nieve, otros sobreviven incluso bajo una granizada de meteoros. Pero, mientras los primeros conocen el movimiento de la mariposa, un rayo de luna o la pasión de un roce, para los otros todo eso resulta ser un triste misterio desconocido.

(Atlas descrito por el cielo, Goran Petrovic)

Robertha Mayer
creado a las 1:48 p.m.  | |

7/29/2005

Cronopio Cronopio


Como buena Fama que soy y con todo el afán de consolar a todos los Cronopios del mundo: le dedico estas breves palabras, pero muy sentidas, al estimado Saúl Yurkievich que falleció ayer. Fiel amigo de Julio Cortázar (el más verde y húmedo de los cronopios); gran poeta y crítico literario.

Saúl, que tengas mucho París y mucho mate; mucho Julio, mucho amigo; muchos bailes, mucho Tregua Catala; mucha poesía, mucha literatura.


Buenas salenas Cronopio Cronopio.


(Lo de asumirme como Fama luego lo explico)


Lirva
creado a las 4:56 a.m.  | |

7/27/2005

Abro la puerta...

Tormentas de despedidas exigen que me desdoble;

me ataca la sensación de no poder seguir.

Ato las cuerdas donde he de terminar;

los nudos son todos los jueces, las venas

se despiertan y maldicen tres veces el dolor

sumergido en mis poros, que no entienden que

deben cerrarse hoy.

Los cables me someten, las estrellas no vienen.

Y me recuesto una vez más para no despertar

dentro de la agonía, fumo y distiendo humos

que he olvidado para qué sirven.

Demonios y cegueras vuelven a actuar.

Duendes desmedidos consiguen alcanzarme

y con un roce de sirenas me obsesiono,

me despido, me mato.

Los pies pasean insostenibles por los escombros.

Las ausencias no respiran, guardan silencio,

es tiempo de no estorbar.

Los amores sienten punzadas de un anuncio

que solo ellos entienden. Han caído los dedos, maquillados

de tonos morados. Los ojos me miran

y el reflejo que pinto me carcome, me hunde.

A lo lejos las serpientes sonríen. Abro la puerta y

despliego la neblina del recuerdo.

Abro la puerta

y miro a esa niña danzar en círculos mientras,

tendida, contemplo mi entierro.

Robertha Mayer
creado a las 1:20 a.m.  | |

7/26/2005

EL NUEVO

Bueno, pues aquí escribiendo una vez más; este post quizá no es muy interesante pues es sólo una bienvenidad a mi nueva ciudad. Espero poder recibirlos una vez más aquí y disfrutar de sus comentarios. Hay muchas cosas que hacer en esta ciudad, pueden recorrer sus calles, parques; también hay bares, galerías, museos y estoy en planes para la realización de espectáculos al aire libre.

Espero que me den su opinión de la nueva imagen.

Saludos.

¡Bienvenidos!

LIRVA
creado a las 9:19 p.m.  | |

7/25/2005

Retomando una idea original (mi blog)

Me cago en Australia.

He dicho.

Lirva
creado a las 1:53 a.m.  | |

Érase una vez una ciudad...

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Robertha Mayer
Mi vieja ciudad

Soy hipocondriaca, soberbia, adicta a los lacteos, gemela de mi otra hermana, mi tipo de sangre lo desconozco, el teléfono me lo ahorraré, mal-vivo en una ciudad desolada, soy disque universitaria, no me defino como poeta maldita, sólo escribo frases cortas.


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