Llevó días tratando de escribir, las labores escolares me lo han impedido un poco, pero creo que tan sólo es un pretexto. El año se está acabando y como nunca, me ha invadido una sensación de absoluto vacío. Este año se va y con él se va gran parte de mi vida. Suena tonto quizá, pero sé que el año que viene será otra cosa en mi vida. La gente que fue cómplice mío por mucho tiempo ya no va a estar. Haré un recuento:
Enero 2005
Fue un mes que comenzó como otros, me desperté sintiendo que un vértigo inaguantable iba a mejorar las cosas. Mis propósitos eran los mismos del año anterior, con una serie mínima de modificaciones. Seguir con Ricardo, ver más a mis amigos, ver más a mi familia, reconciliarme con mis padres, leer más, comer mejor, hacer ejercicio, dejar la bulimia a un lado, no meter la pata en mis asuntos, dedicarle más tiempo a la escuela, etc.; parecía que por fin todo iba a ser distinto y sonreí el primer día, del primer mes, de un gran año.
Febrero 2005
El semestre comenzaba y yo con ningún entusiasmo de reanudar mis clases asistí como es debido el segundo días de clase. Vi las mismas caras de siempre, no le hablé a nadie, me concentré en entender perfectamente que iba a ser un semestre pesado y con mucho aburrimiento. Con Ricardo las cosas no iban bien, pero yo hice lo contrario que hacen las ratas cuando ven que el barco se está hundiendo, me quedé ahí.
Marzo 2005
Regresé a casa de mis padres y la cosa pintó bien, no hay mejor sensación que sentirse extranjero con los tuyos. Comencé a hablarle a René, después de un semestre de convivencia y sólo pequeños hola y miraditas decentes. Tuve más contacto con él debido a que le pedía ayuda para un examen de latín y él que es un genio en todo, accedió a ser mi maestro. Comenzó una amistad muy linda y también un coqueteo sutil, pero muy consciente. Del otro lado del puerto, mi relación con Ricardo era de lo más dolorosa, la última carrera con los pies desechos y la boca seca. Yo trataba de modificar mi vida y no desvelarme tanto, comer bien, no salir de reven muy seguido, no tomar, fumar menos, en fin…Ser una niña modelo.
Abril 2005
A principios de ese mes fui a una boda de una primar que se casó con un alemán, tenía mucho tiempo que no me divertía tanto, yo intentaba platicar con los alemanes y ellos conmigo y ninguno llegaba a entender bien que pasaba. En esa boda fui la última vez que estuve bien con Ricardo, nos reímos e hicimos planes juntos, me saco a bailar una canción que he olvidado cual era y en la pista de baile me propuso que nos casáramos, recuerdo su traje gris y una corbata preciosa, también sus ademanes y la impresión que me dio al pedirme semejante cosa, ya que él no cree en nada de eso y nunca pensé llegar con él a tanto. La cena fue estupenda, la música, mi vestido, todo parecía perfecto. Pasaron diez días después de la boda para poder ver a Ricardo, recuerdo que fue miércoles, esa noche tuve que llevarlo al hospital y como a las cinco de la madrugada decidimos terminar. “Siempre tendremos París”, fue lo último que me dijo antes de dormirse. Al terminar esa relación sabía que perdería muchas cosas, contactos importantes, un estilo de vida al cual ya me había adaptado muy bien, amistades, conversaciones, una bella historia; un pasado sumamente doloroso.
Por otro lado estaba mi amigo René, al cual le contaba mi vida con pocos detalles, pero con una crudeza muy propia en mí. Los dos sabíamos que éramos más que amigos, que éramos un pequeño bote de rescate para nuestras vidas, al menos éramos cómplices en eso. En pocos días él me confesó que yo le gustaba, yo hice lo mismo, nos besamos, no nos separamos ni un instante, hicimos el amor, nos entregamos…nos comenzamos a querer.
Sabía que algo bueno iba a pasar.
Mayo 2005
Todo iba tranquilo los primeros días del mes, hasta que las cosas se enturbiaron más y tuve un muy serio problema con René y con un amigo suyo (tema que deseo reservarme por salud mental).Abrí mi primera ciudad (blog). Fue mi cumpleaños y estuve profundamente triste ese día, nadie de mis viejos amigos estuvo conmigo, no me llamaron, nadie fue al festejo que organicé en la noche, los únicos que asistieron fueron, René, Jorge, Alma, Peny y Allan, estuvo divertido, pero triste. El mes terminó y con él se fueron muchas cosas que sé, me van a cobrar factura algún día.
Junio 2005
Sin más pormenores, más problemas, más llantos y dolores de cabeza.
Julio 2005
Desvelos, fin de semestres, convivencias, confusiones, estecho más mi amistad con Jorge y eso me pone muy contenta y un tanto angustiada.
Agosto 2005
Nuevo semestre, nuevas materias, nueva gente. La relación con René avanzaba pese a muchos obstáculos, hemos superado muchas cosas, sin embargo, hay cosas que no se olvidan. No gané nada en un concurso de poesía de la Universidad Veracruzana
Septiembre 2005
Mes patrio, una cena mexicana, alcohol, diversión y mi vida va en descenso. Comencé a sentir que me estaba estancando en un lugar soleado, con arbolitos, buena comida, paz, un sueño hermoso, pero que no me correspondía. Robertha dejó de serlo y se convirtió en un pequeño maniquí pintoresco.
Octubre 2005
Cumpleaños de mi hermana mayor, cumpleaños de René. Muchas celebraciones, regalos, y gratas convivencias. La anécdota del mes sucedió en una librería. Yo había ido a comprar el regalo de René al Sótano y sin darme cuenta Peny me dijo que René estaba atrás de nosotros, de manera muy ridícula nos emprendimos la huía dejando a sus paso libros tirados, un escándalo debido a que tiramos un anaquel con libros y René ni cuenta se dio de tal suceso. Cuando ya nos retirábamos de la librería nos encontramos a Marco un amigo de la facultad y quiso saludar a René; acto seguido René se dio cuenta que estaba ahí y que había ido a comprar su regalos de cumpleaños. Él lo llamó magia, yo le creí.
Noviembre 2005
Entraron a robar mi casa. Mi hermana mayor casi se mata en un tremendo accidente, mi familia sin dinero. Mi relación con René no muy bien, crisis existenciales, crisis del poeta. Y me convierto en un ropavejero, pero el que canta Botellita de Jeréz. No fue un buen mes.
Diciembre 2005
Aquí tratando de escribir algo de mi vida sin que se me salgan las lágrimas, tratando de recordar los buenos momentos, tratando de encontrarme una vez más. Me siento en un lugar muy pequeño del cual no puedo salir. Mucho trabajo de la escuela y nada de energía para hacerlo. Y para colmo de males se viene Navidad y mi casa huele a ella, yo sin ganas y sin alegría, con la tristeza que cada día y cada fin de año se vuelve más intensa. Lo único que quiero es subirme a un árbol y tomar té de manzanilla.
Soy hipocondriaca, soberbia, adicta a los lacteos, gemela de mi otra hermana, mi tipo de sangre lo desconozco, el teléfono me lo ahorraré, mal-vivo en una ciudad desolada, soy disque universitaria, no me defino como poeta maldita, sólo escribo frases cortas.
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